Mis cien años

En varias charlas con amigos me di cuenta de que tenemos algo en común, en general tenemos casi cien años....Momento, que nadie entre en pánico, me refiero a lo siguiente:


Hablando de música y bandas del gusto de cada uno, todos en algún momento expresamos que tenemos la sensación de ser más viejos (mucho más) de lo que en realidad somos, desearíamos haber nacido en las épocas de oro de la música que nos gusta y probablemente vos mismo que estás leyendo esto lo hayas pensado.

Y estoy hablando nada más y nada menos que del Rock & Roll, soy fan de una de las mejores bandas de la historia (o que por lo menos muchos consideran así), claro The Beatles, pero hay mucho más. Quién no ha soñado vivir algo de la época del inicio del R&R, tal vez hasta asistir a un recital (bueno, en esa época se llamaría diferente) o al lugar donde tocara Chuck Berry o bien enloquecerse con el piano eufórico de Jerry Lee Lewis, porqué no soñar con haber estado cerca de el REY Elvis. Vivir un poco de la Beatlemanía, o más tarde la época psicodélica. Pero claro las cosas no salieron como nosotros hubieramos querido y no estuvimos en los comienzos de bandas como Pink Floyd o Led Zeppelin, en las presentaciones de Queen en Inglaterra o mismo la de los Rolling Stones.

Tan frecuentes son estos deseos que hasta a veces hasta me parece sentir que la música excede a los parlantitos de la PC y puedo ubicarme en tiempo y espacio en aquellas épocas de las que tanto leí y especialmente "ESCUCHÉ". Imagino lo que hubiera sido tener uno de los primeros Sgt. Pepper y escucharlo en algún tocadisco...

Cuantas locuras hemos hecho por copiar un poco el estilo que más nos representa, algunos se pintaban y trataban de lucir como Robert Smith, otros tratando de armar una banda para rendir un homenaje. Cada uno con su ideología al respecto tratando de revivir lo que no pudimos.

Claro que hay gente que teniendo el dinero suficiente suple esta falta de "edad" comprando cuanta cosa de colección pueda, pero aún así no logran revertir lo que el tiempo no les dió, la posibilidad de "estar" en un momento determinado de la historia.

Me gusta muchísimo conocer gran cantidad de música de hace tiempo, yo prefiero situarme entre los 50's y 70's para lo que es el Rock y un poco más acá para lo que se podría llamar "los clásicos de los 80's" donde ya tenemos muchísimos videos que hoy podemos "revivir" de cierto modo gracias a la tecnología, pero que aún es insuficiente para satisfacer las ganas de haber siquiera participado un poquitín de la revolución de la música.

Hacer una lista sería injusto, por un lado porque no tengo los conocimientos suficientes como para ser respetuoso con todos y por otro porque cada uno en su interior tiene preferencias que son absolutamente válidas y hasta cambiantes. Me dejó de gustar la palábra fanático para referirme a quienes gustan mucho de la música porque tiende a cerrarnos a otras cosas, cosas nuevas, cosas desconocidas y por eso no la incluyo en mi comentario.

Ahora me gustaría agradecer simbólicamente a quienes en algún momento me recomendaron algún artista, algún CD en especial o mismo una canción que les gustaba o representaba algo importante. Creo que es una de las mejores maneras de recordar esa época que vivimos y sigue latente en nosotros a pesar de tener casi cien años o más....

También hay mucha música que me gusta fuera del Rock, pero esa la dejamos para más adelante...un poco de Sinatra tal vez?

Tal vez esté nostálgico o sea el día demasiado gris, ahora que lo pienso que mejor que escuchar unos Rocanroles para saciar mi falta de ancianidad, que irónico...

Que viva la música!!!

Muchas


Bueno, ante las críticas de poca actualización había empezado con un pequeño relato, que finalmente de pequeño no le quedó nada. Espero sus comentarios, si gusta, si no, lo que sea.


El otro día asistí a una fiesta de casamiento, como no soy una persona con mucha vida social se trató únicamente de la boda de un pariente, a todo esto no pude dejar de notar ciertas situaciones y cosas que realmente desconocía.


1. La histeria femenina, sí esa que a uno le hacen poner los pelos de punta, tanta búsqueda de perfección asusta. Que cuando empieza, que cada uno se sienta en la mesa asignada, que los souvenirs (sé que se escribe así, no pregunten porqué), que la música de la entrada, el vals. TODO, absolutamente todo les aterra.

2. Justamente recordando los primeros momentos luego de la ceremonia religiosa (por ponerle un nombre porque de todas maneras me desagrada), el tema de "transportar" a todos los asistentes al festín se hace un embrollo de magnitudes "bíblicas" (?).

3. Bueno, supongamos que pasamos la primer crisis (móvil-crisis), lo siguiente es la llegada al lugar donde engulliremos como si fuera nuestro último día en la tierra.

La recepcionista nos pregunta el nombre y apellido; y nos asigna una mesa que supuestamente sugirieron los novios. Tengo una teoría sobre esta peculiar distribución, seguramente contratan a una bruja, de esas que dan miedo (bueno tal vez pueda servir alguna de las suegras), para disponer a los comensales de manera que los más tímidos formen un grupo y probablemente también los sitúen en el lugar más a la vista de todos para quedar aún más tímidos y acentuar en ellos la sensación de incomodidad. Claro que me incluyo en este grupo de individuos, que otra opción cabría. La velada fue una seguidilla de silencios incómodos interminables, lo que no opacó el festejo en sí, sino que me hizo sentir culpa y mucha. Claro, si consumiera alguna de esas sustancias dietéticas, o tal vez fumara...., o usara cierta marca de ropa tendría muchísimos temas que tratar. Sí definitivamente las cosas serían diferentes (bueno, está mal que quiera que me mientan?).

Pero no, me dí cuenta que no puedo mantener la atención de quien tengo enfrente por más de dos segundos.

4. Bueno, lo siguiente es la degustación de los manjares, sí, sanguchitos de miga!!! Delicia de los Dioses. Era realmente gracioso dispersar momentáneamente la mirada a otras mesas para captar las gesticulaciones de todos tratando de dilucidar de que demonios estaban rellenos, claro que no a todos les gustan de Queso Azul y otras combinaciones horrorosas.

5. Después de marearnos los mozos con tanta ida y venida llevando sólo los sándwiches, aparecieron los calentitos, especie de medialuna cuadrada muy mantecosa con jamón y queso, insuficientes considerando que otorgan una “solamente” a cada uno. Misma maniobra macabra con las empanaditas, muy ricas por cierto, de carne (supongamos) pero insuficientes para que el gusto se asomara siquiera por detrás de la garganta. :-P

6. Antes del plato principal se bailó el Vals, oportunidad más que adecuada para hacer sentir mal a más de uno que se negaba a participar (me incluyo de nuevo y van). TODO el salón mirándome y gritando mi nombre para intentar seducirme para que tomara la posta, quién podría resistirse a semejante tentación?, si no fuera por la fobia que uno experimenta en ese momento sumada a la posibilidad de desvanecimiento. Yo me pregunto ¿qué clase de demente inventó eso de bailar el vals? Si a duras penas puedo caminar sin tropezarme. Por favor BASTA.

7. Bueno, ahora sí, el plato principal….pollo….se ve bien, pero ¿qué es esa “salsa” que lo acompaña?, no, champiñones…Encima probar algo nuevo, esto ya era demasiado. Lo único que puedo decir es que no me produjo ningún estado febril, por lo que me doy por satisfecho. Nunca los había probado y la verdad no me pareció nada del otro mundo así que me quedo con mi simpleza a la hora de comer….(CARNE!!).

8. Cuando pensé que no podía haber más oportunidades en las cuales me pudieran incomodar, la vida me golpeó nuevamente, claro el generoso fotógrafo (que filmaba también) apareció con su aún más atormentadora cámara de video con micrófono adicionado (sí que las había pensado todas el muy…), y pretendía que cada uno le dejara un mensaje hablado/filmado a los contrayentes. En realidad me pareció más que de esta manera satisfacía sus deseos más profundos de hacerme quedar mal, obviamente me negué, aún cuando su insistencia fue devastadora. Y de nuevo el tímido que quedó mal parado, no por ser malo, sino por ser tímido nomás. (agrego al fotógrafo a mi lista negra, debajo de economuebles)

9. Y ya finalizando mi resumido relato de las situaciones que ocurrieron en dicha velada, destaco por último el carnaval carioca, en el cual nuevamente me negué a participar. Pero no todos comprendían mi situación, casado y mi hijo de tres años (con unos 15 kilos) durmiéndome encima toda la noche a nadie se le ocurrió que estaría REPODRIDO!!!

10. Momento, me olvidaba de otra más!!! El bailarín de salsa con su hermosaísima acompañante. Otro momento para denigrar al pobre infeliz que siente todas las miradas sobre su cuerpo, provocando únicamente desazón y disgusto. Sí, presente. El resto se lo podrán imaginar, y en el peor de los casos ya lo deben haber sufrido.

11. Otras situaciones a destacar:

a) La mujer de gran tamaño corporal siguiendo como animal en época de apareamiento al de la salsa.

b) Las solteronas, de pasados los cuarenta a quienes no les sienta bien ni siquiera la canción de Arjona, revestidas con cualquier clase de Tejidos, muy pocos aptos para menores.

c) Lo indignante de ver a una madre (perteneciente al grupo a ) que en su afán por disfrutar de la Party no tuvo mejor idea que dejar a su beba de apenas añito y poco más, acostada sobre dos sillas apuntando a la pared. Sé de malos padres, pero verlos en vivo es para morirse.

d) El de la camarita en el celular, sacando fotos en la oscuridad (claro porque debe traer Night-Shot ®. Dejáme de joder, si las fotos que sacan a plena luz son apenas distinguibles, parecen esas fotos de ovnis donde toso es borroso.

e) Los que se pasan de copa (en singular), porque después de la primera ya están para una ducha fría.

f) Los que curten (vocablo que revela mi edad avanzada) al amparo de los breves lapsos de oscuridad reinantes y que son pescados in-fraganti por toda la audiencia que ya disfrutaba del espectáculo a media luz.

Y sí, no me imaginaba encontrar semejante “fauna” asistiendo a un momento tan memorable en la vida de una persona, supongo que debe ser normal (o no).

Yo la disfruté, dirán –“pero si criticaste todo”-, es que ya aprendí a reírme de mí mismo antes de que lo hagan otros.

Gracias al que leyó hasta acá. Hasta la próxima.