El miércoles pasado salí de trabajar a las seis de la mañana, con el apuro de siempre para llegar a casa tipo siete y así llevar a Ian al colegio.
De esta manera le quito la responsabilidad a mi mujer que tendría que preparar al bebé para llevarlo ella.
Si hay algo que siempre comento es que el turno noche suele ser un problema grande, tanto de salud como para realizar las actividades cotidianas. Salir de trabajar tan temprano y con sueño hace que uno tenga más posibilidades de que le pase algo en el camino, siempre lo tuve en cuenta, pero a partir de ahora mucho más.
La cuestión es que caminé las diez cuadras desde la puerta del trabajo hasta la parada del colectivo, casi llegando a la parada veo que el colectivo estaba todavía detenido pero me faltaba cruzar. Así que me asomé a la calle con cuidado y aproveché que un auto me dió el paso para cruzar corriendo. Cuando estoy llegando del otro lado escucho un frenazo y veo que una moto se me viene encima...pumm, golpazo...
En el preciso instante en que escucho el chirrido -que anticipa un accidente- y giro la cabeza para ver, se pone en funcionamiento aquel mecanismo en el cerebro que hace que uno sienta como el tiempo reduce su velocidad y hasta nos da tiempo para pensar...aunque lo único que pensé fue en verme muerto.
No recuerdo bien lo que sucedió, de hecho el miedo no suele paralizarme como podría pasarle a otro, a mi me sucede todo lo contrario, suelo actuar de manera rápida y
sin pensar demasiado.
De los pocos recuerdos que tengo, la rotura del espejo de la moto contra mi cuerpo es uno de ellos, también sentí el golpe de la rueda contra mi pierna y -tal vez- la rotura del guardabarros de la moto. Creo que no caí al suelo, no salí despedido, por suerte la moto había desacelerado bastante, aunque no lo suficiente.
Así golpeado me aparté de la calle y viendo que no estaba bañado en sangre seguí hasta la parada del colectivo y me subí, no sin antes insultar al estúpido de la moto que hizo una maniobra pésima para adelantar al colectivo detenido.
El motociclista que me vió correr no atinó a ayudarme, sólo me miró asombrado y cuando tuvo oportunidad se dió a la fuga. Típico de estos casos, atropellar y abandonar. Suerte que no fue más grave.
Lo que no voy a olvidar nunca es la cara del colectivero y los pasajeros que me miraban como si hubieran visto un fantasma. Estaban medio aterrorizados y sorprendidos.
El conductor me sugirió que me bajara en el hospital, pero yo seguía con la idea de llegar a casa y el miedo mismo me impedía hacer otra cosa.
Así fue que seguí viaje y apenas unos minutos después empecé a sentir el dolor, por todas partes. Dolor en el pecho, donde después encontraría un golpe muy fuerte sobre mis costillas, también en el codo derecho que quedó todo raspado y donde -supongo- pegó el espejito que le rompí a la moto. En la pierna izquierda tengo el raspón de la rueda a través del Jean, bastante doloroso. Tengo aún inflamado un golpe arriba del tobillo donde seguramente me golpeó el eje de la rueda.
Cuando llegué a casa me tomé un anti-inflamatorio y me tiré un rato en la cama, mientras tanto mi mujer llevaba al nene a la escuela.
Ella no podía creer los golpes que tenía y menos aún la historia, no porque no fuera cierta sino porque no me quedé tirado y no fuí al hospital.
Repito, no es algo que haya hecho con absoluta conciencia, simplemente en momentos así me salen las cosas y ya. Obviamente después me sentí bastante mejor y me dí cuenta de que no tenía lesiones graves. Pero los dolores seguían y a la noche falté al trabajo para no pasarla tan mal.
Hoy estoy mucho mejor, los moretones están tomando el color amarillo típico de cuando se disuelven y la inflamación es mínima. Sólo quedan los raspones y el susto encima de semejante situación.
A pesar de que alguna vez pensé en comprarme un ciclomotor para ir a trabajar, soy de los que ODIAN las motos. Hoy el sentimiento se acrecentó, hay mucho estúpido en dos ruedas, más aún desde que los ciclomotores del tipo 110 cc han bajado bastante de precio.
Y esa es la historia de cómo
detuve una moto con el cuerpo y no me pasó nada. :P
Está bien, está bien, prometo tener más cuidado y no confiarme porque hay mucho boludo suelto.
Gracias a los que se preocuparon y los que leyeron hasta el final. ;)