Odisea...

Liam Eli nació el 16/06/08 a las 23:44 en en Sanatorio de la Trinidad de San Isidro, Buenos Aires.

Primera Parte

El parto fue por cesárea debido a que era un bebé muy grande y no había logrado acomodarse y quedó "de cola". Por lo tanto fue una intervención de urgencia pero que a simple vista no implicaba grandes complicaciones más allá de los riesgos típicos de este tipo de intervenciones.
La cirugía salió perfecta, el obstetra -quien la realizó- me comentó que tuvo que limpiar un poco debido a que estaba todo pegoteado por la anterior cesárea, la clásica excusa de echarle la culpa al anterior (aplicable también a los técnicos de computadoras...).
Como decía, todo salió bien, presencié el parto y recibí al bebé, aunque no corté el cordón (supongo que la situación era delicada como para andar perdiendo el tiempo). Luego acompañé al bebé hasta donde lo limpiaron, secaron y vistieron. Allí también le colocaron la pulsera de identificación y le tomaron las huellas de los pies. Le colocaron las gotas en los ojos y se lo presentaron a la mamá, que estaba bastante ida a causa de la anestesia.
Luego me retiraron del quirófano y tuve que esperar afuera el fin de la cirugía. Fueron minutos eternos, estaba más preocupado por mi mujer que por mi hijo, no sé si por egoísmo o porque me anticipaba a “algo”. Por suerte todo había salido muy bien.

Como no había habitaciones disponibles nos dejaron en un “box” de Recuperación (una cama y una silla rodeadas por una cortina, junto a otros boxes iguales). La primera noche no fue muy cómoda, molesto para todos porque la gente entraba y salía del quirófano en todo momento.
Pasamos dos noches, si no me equivoco, en aquel box, luego nos pasaron a una sala comodísima donde por fin pude descansar algo en un sofá especialmente preparado para los acompañantes. En ningún momento me separé de mi mujer y mi hijo. Siempre estuve con ellos para cuidarlos y ayudar con los cuidados del bebé.

El día Jueves, cuando mi mujer iba a recibir el alta, recibimos la visita del pediatra con malas noticias, le habían detectado algunas líneas de fiebre al bebé y –con el alta de Liam en la mano- nos dijeron que debería quedar internado para hacer análisis y un seguimiento, dado que siempre la presencia de fiebre indica algún tipo de infección.
Por más que cuente lo que sentimos como padres en ese momento no entenderían lo mal que estábamos, destruidos a pesar de que no sabíamos siquiera si había algo de que preocuparse.
Ese mismo día, al mediodía, recibimos el alta de mi esposa y eso implicaba tener que dejar la habitación pero sin poder llevarnos a Liam. Otro golpe duro.
Siempre traté de ser frío ante tantos embates, principalmente porque tenía que ser el soporte para mi mujer que era la que más sufría estos problemas. Así que la calmé y a la noche la llevé a casa a descansar. Ella misma me había convencido de irme, pero cuando llegamos a casa se quería volver, así que decidí (como ya había maquinado en mi cabeza) volver a la clínica y quedarme allí hasta que las cosas se solucionaran. Cosa que no ocurrió…
El día siguiente, Viernes ya, lo pasamos juntos en la clínica esperando las novedades. Ella entraba a intervalos para darle el pecho al bebé. Yo me abstenía de entrar porque me sentía un poco resfriado y está prohibida la entrada si poseemos alguna enfermedad del tipo respiratoria. Así que me limité a estar sentado todo ese tiempo en un banco de madera, esperando el paso del tiempo.
El bebé estuvo con una sonda y con monitoreo constante, seguían los estudios y los resultados preliminares estarían recién el Sábado, con la confirmación de la contraprueba el día Lunes. Una situación angustiante ante todo.
A pesar de eso confiábamos en la salud de nuestro hijo, nació fuerte y grande, pero la espera desespera.
El Viernes a la noche nos fuimos a casa sabiendo que la evolución era buena y que no había nada que hacer más que esperar, así que decidimos que los dos íbamos a descansar.
Mi mujer se quedó abajo con mis suegros y yo me fui a dormir a nuestra casa arriba.

Segunda Parte

A las 07:53 hs. del Sábado me llamó mi mujer al celular, no podía respirar bien y me pidió ir urgente al hospital. La verdad que a partir de aquí comenzó una odisea que no ha terminado aún…
Llegamos a la guardia del mismo sanatorio, allí la atendieron enseguida, todos actuaron rápido pero mi mujer entró en una pendiente de descompensación.
La jefa de guardia me dijo que no sabían qué tenía mi mujer, estaba con Disnea pero perdiendo cada vez más la función respiratoria. Así fue que me alejaron de la guardia, cerraron el box y tuve que esperar apesadumbrado afuera.
Las cosas se iban complicando cada vez más, hasta que necesitaron entubarla, llamron de urgencia a un médico y algunas enfermeras más de Terapia Intensiva. El médico la entubó, con el riesgo que esto implica, y ya no pude verla más. Su condición era crítica y se temía un colapso de un momento a otro.
Así estuvo unas tres horas, sin saber la razón que desencadenó aquella disnea.
Decidieron la internación en Terapia Intensiva por la complejidad y el estado delicado. Lamentablemente no había más lugar en Intensiva, así que me propusieron el traslado. Ya estaba shockeado y esto me hundía cada vez más. Le rogué a la encargada de los trámites que no hicieran el traslado, que tenía a mi bebé internado en Neonatología, que tratara de ver otra manera. Por suerte todos se portaron de una manera excelente, la mantuvieron hasta las 14:46 hs. en Guardia y luego pasó a Terapia Intensiva.
Allí le colocaron el Respirador y el suero, no me dejaban ingresar y no había un diagnóstico certero. Supusieron que podría tratarse de una Trombosis o una Embolia Pulmonar, pero la Tomografía no mostraba ningún “trombo” (coágulo de sangre bloqueando alguna arteria).
Así que quedó en Terapia en una condición delicadísima, algunos dicen que hasta tuvo un paro cardíaco pero no me consta.
Finalmente tuve el diagnóstico de parte del Jefe de Terapia que fue llamado de urgencia, mi mujer sufre de una “Miocardiopatía Peripartum”, que es una afección que dilata el corazón, en particular el ventrículo.
El pronóstico nunca fue alentador, esta enfermedad tiene alta tasa de mortalidad y había que esperar las primeras 72 hs. sin problemas ni retrocesos para recién allí ver que se podía hacer. Es una afección que tiene cura pero no un tratamiento específico, muy rara, según escuché es una en cientos de miles.



Hoy mi mujer se está recuperando, tiene un 37% de la capacidad cardíaca y estamos esperando el alta entre hoy y mañana.
Quedará como paciente cardíaca, con controles constantes de presión y función cardíaca, tal vez tomando pastillas de por vida. No sé mucho más y hoy a la tarde volveré al sanatorio a ver como sigue todo.
Liam ya está en casa y se encuentra bien, aunque me parece que está un poco resfriado.

Este ha sido el motivo de mi ausencia, han sido días muy difíciles, temiendo perder al amor de mi vida pero -tratando de hacer a un lado mi egoísmo- más preocupado porque mis nenes no se queden sin la persona más importante de sus vidas.

Como saben soy ateo y siempre confío en la capacidad de la ciencia que me ha demostrado en todo momento que el nivel de profesionales es excelente. De todas maneras siempre “agradecí” con respeto a quienes rezaron y aportaron su buena onda desde sus creencias. Lamento no haber podido expresar todo esto antes, pero mi ser estaba demasiado cargado con este peso, tampoco daba como para hablar o mensajera todo esto. Traté de llevarla solo porque el momento así lo requería, ni siquiera quise la compañía de mis suegros, mis padres o algún amigo. Fue una lucha casi personal contra una enfermedad terrible.



Después de haber pasado 18 días internada en Terapia, el día 8 de Julio le dieron el alta.


Queda mucho trabajo por delante, pero cuento con ella para seguir adelante. No hay nada más bello que tener a la mujer que amo a mi lado, pero más aún junto a mis hijos que son quienes más la necesitan.

 
Gracias a todos por bancarme, por la buena onda, por ser como son!!

6 Comentarios:

Anónimo
7 de julio de 2008, 1:25 p. m.

Flor de odisea viejo, me alegro muchisimo que, al menos hoy, las cosas empiecen a mejorar.

Te agradezco mucho que me hayas respondido los msjs y el llamado de hoy para mantenerme al tanto de las noticias.

Desde acá tenes todo mi apoyo, un abrazo enorme para todos.

PS: No me acuerdo ni el user ni el pass de ZS, sino te contestaba ahí.

Anónimo
7 de julio de 2008, 7:33 p. m.

Uh, que feo momento. Hay que pasarlas para saber lo que se siente. Espero que salga todo bien (estoy seguro que sí).
En agosto, si voy, me llego a visitarte y conocerlos, para entonces tu esposa va a estar más que bien.
Muchos besos a la flia.

Sergio Berton
9 de julio de 2008, 10:35 a. m.

Muchas Gracias a ambos.

Por suerte ayer le dieron de alta y, aunque todavía no está "curada", es una alegría enorme poder teberla de nuevo en casa.

Está tomando medicación "de por vida", pero es mucho mejor que la posibilidad de perderla.

El Lunes tenemos cita con el cardiólogo para ver como evoluciona.

Calculo que el Lunes volveré a trabajar y me pondré al tanto con todo lo pendiente.

Les reitero nuevamente mi agradecimiento por la buena onda.

Les mando un abrazo enorme!!

Anónimo
9 de julio de 2008, 4:35 p. m.

:)

Que bueno leer buenas noticias.

Un abrazo para los 4!

Anónimo
11 de julio de 2008, 8:06 p. m.

Que bueno que ya están todos en casa.
Un abrazo a toda la flia.

Anónimo
18 de julio de 2008, 5:47 p. m.

Lei lo del foro y pasaste por muchas. Por suerte ya esta todo bien.

Me alegro por toda tu familia y por vos. Espero verte pronto con los post. :)

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